Que Machine Gun Kelly siente una fascinación morbosa con la sangre no es ningún secreto. El cantante lleva colgado al cuello un vial que contiene la de su prometida Megan Fox y tiene un tatuaje hiperrealista de un corte ensangrentado en la garganta. Por esa misma razón, cuando este martes salió de la fiesta posterior a su concierto en el Madison Square Garden con la cara, el cuello y las manos cubiertas de sangre, muchos se preguntaron si era puro atrezo o si había sufrido realmente un accidente.
Quienes estuvieron con él en el interior del local grabaron varios vídeos en los que se ve al artista rompiéndose una copa de champán sobre la frente mientras daba una especie de discurso. Eso sí, él no perdió en ningún momento la sonrisa a la salida de la celebración a pesar del aparatoso corte que tenía en la ceja.
Al día siguiente compartió una grabación en Instagram en la que mostraba la herida más de cerca para dejar claro que no era falsa, y unas horas más tarde acudió al programa de Seth Meyer para conceder una entrevista en la que reconoció que se sentía "como la mi**da".
Pero, ¿por qué hizo algo así? Colson, como se llama el músico, ha ofrecido una explicación más o menos coherente para aclarar además que no descarta incorporar un médico a su plantilla de empleados en vista de lo propenso que es a los accidentes.
"¿Te das cuenta cómo a veces golpeas suavemente una copa de champán con un tenedor para llamar la atención de los demás? Pues yo no tenía un tenedor, y la golpeé con la cabeza", se ha justificado.